EL SALUDO DE LA PAZ DENTRO DE LA MISA
- Fr. Tarcisio
- 26 sept
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En la celebración de la misa, antes de pasar a comulgar, a recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo, realizamos el saludo de la paz. No es un simple gesto de cortesía, sino un verdadero compromiso con nosotros mismos y con los que nos rodean para superar las divisiones y hacernos instrumentos de paz. “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda (Mt 5,23-24).
Para dar el saludo de la paz, no es necesario saludar a todos los asistentes a la misa. Se da la paz en forma serena a los mas cercanos, sin hacer mucho alboroto. Es un gesto de reconciliación con el hermano, es un signo de comunión.
Es este un momento sagrado en que las divisiones en el cuerpo de Cristo son sanadas mediante la gracia de Dios que pasa entre nosotros. Esta sanación pretende suscitar una comunión auténtica entre nosotros al tiempo que nos preparamos para recibir y compartir nuestra comunión más profunda con Dios en la Eucaristía.
Fr. Tarcisio





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