¿POR QUÉ NOS SIGNAMOS ANTES DE QUE EL SACERDOTE LEA EL EVANGELIO?
- Fr. Claudio
- 21 ago
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En Misa, sabemos que antes de la lectura del Evangelio hay que signarnos, tal como lo hace el sacerdote. La cruz es el símbolo del cristiano, el distintivo que indica que fuimos salvados por el sacrificio de Cristo. Es muy importante y está presente en todos los sacramentos, porque: con la señal de la cruz iniciamos todas nuestras celebraciones, en especial la santa Misa.
La Biblia y el Catecismo de la Iglesia católica enseñan que: “La Cruz es el signo del sacrificio de Cristo, único mediador entre Dios y los hombres (1 Tm 2, 5)” CIC 618.
Ahora bien, de pequeños aprendemos a encomendarnos a la Santísima Trinidad haciendo una cruz grande desde la frente hasta el pecho y después del hombre izquierdo al hombro derecho, mientras decimos “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. A esto le llamamos “santiguarse”. En cambio, cuando nos signamos, hacemos tres cruces: una en la frente, otra en los labios y una más en el pecho, mientras decimos: “+ Por la señal de la santa cruz, + de nuestros enemigos, + líbranos, Señor, Dios Nuestro”. Y nos persignamos cuando combinamos ambas: nos signamos y luego nos santiguamos.
La instrucción General del Misal Romano menciona lo siguiente: “Ya en el ambón, el sacerdote abre el libro y, con las manos juntas, dice: El Señor esté con ustedes y el pueblo responde: Y con tu espíritu y en seguida: Lectura del Santo Evangelio, signando con el pulgar el libro y a sí mismo en la frente, en la boca y en el pecho, lo cual hacen también todos los demás”.
Así es que, cuando vengas a Misa, recuerda hacerte solo tres cruces antes de que el sacerdote o el diácono proclamen en Evangelio.
P. Claudio





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