Entre los seguidores de Jesús de Nazaret hay personas de muy diverso carácter. De los relatos evangélicos, como de las páginas del Antiguo Testamento, se deduce que Dios no tiene un único modo de llamar a los que ha elegido. Se podrÃa decir que es su gracia, y no las cualidades humanas, las que configuran el ideal de su llamada y también del llamado.
Entre los discÃpulos de Jesús, varios eran pescadores. Seguramente algunos otros se habÃan dedicado también a las tareas agrÃcolas. Y habrÃa entre ellos miembros de otras profesiones artesanas que nos pasan inadvertidas a través de los relatos. Pero lo que resulta más sorprendente es que entre los llamados por Jesús nos encontremos con un publicano o cobrador de impuestos.
Este tÃtulo puede responder a muchas profesiones un tanto diferentes. HabÃa cobradores de impuestos que alquilaban la recaudación para enviar los dineros de las provincias a las arcas imperiales. HabÃa otros recaudadores que cobraban derechos de portazgo entre un reino y otro, entre una tetrarquÃa y otra y eran mal vistos por la gente del pueblo.
Cafarnaúm debÃa de contar con varias oficinas en las que se cobraban diversos tipos de impuestos. A una de estas oficinas se acercó un dÃa Jesús para llamar personalmente a Mateo. No sabemos de dónde era.
El evangelio que lleva su nombre escuetamente nos refiere la escena de su vocación (Mt 9, 9-13). Se le denomina Mateo, abreviación de Mattenaà y de Mattanya, que significa «regalo o don de Dios».
En los lugares paralelos, los relatos de Marcos (Mc 2, 13-17) y Lucas (Lc 5, 27-32) nos hablan de la vocación de un tal LevÃ, hijo de Alfeo que, sin duda, es la misma persona como ha admitido la tradición de la Iglesia. En el relato bÃblico sobre la vocación de Mateo nos llaman la atención especialmente tres momentos: la llamada, el banquete y la revelación de Jesús que vino precisamente a llamar a los pecadores.
En el Evangelio, según San Mateo, destaca la misericordia de Dios encarnada en Jesús, asà como el cumplimiento de las profecÃas del Antiguo Testamento en favor del pueblo judÃo y de todas las naciones.