¿QUÉ RESPONDEMOS CUANDO PRESENTAMOS LAS OFRENDAS EN LA MISA?
- Fr. Tarcisio
- 28 ago
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El ofertorio es la parte de la misa donde se presentan a Dios el pan y el vino, que serán consagrados para convertirse en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo. Durante el ofertorio, los fieles ofrecen no solo los dones materiales de pan y vino, sino también sus propias vidas, alegrías, sufrimientos y el fruto de trabajo de sus manos.
Lo que ponemos en la canasta de la colecta representa nuestra ofrenda, es decir, lo que damos a Dios para la misa (el pan, el vino, las velas, etc. que la parroquia compra para la celebración), lo que damos para el sostenimiento de la comunidad y el mantenimiento de la parroquia y lo que donamos para ayudar a los pobres y los menos afortunados.
Si nunca había pensado en el ofertorio de esta manera, piense incluir su ofrenda espiritual junto con lo que pone en la canasta. Es una de las mejores maneras de unir sus oraciones a las del sacerdote.
Por eso, el sacerdote insiste en que es una ofrenda común, de todos, diciendo: “Oren hermanos, para que este sacrificio mío y de ustedes, sea agradable a Dios, Padre todo poderoso”. Y todos respondemos: “El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia”.
P. Tarcisio





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