Reflexión de la Palabra de Dios, Domingo 31 de Octubre

¿Cuál es el primero

de todos los mandamientos?

Los diez mandamientos determinan que el cristiano debe amar a Dios por sobre todas las cosas, no usar su nombre en vano, santificar las fiestas, honrar al padre y a la madre, no matar, no cometer actos indebidos con el sexo, no robar, no mentir, no consentir pensamientos impuros y no codiciar las posesiones de los demás. En el Evangelio todas estas prescripciones son sintetizadas por Cristo en “amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo”.

Estas normas no tienen la finalidad de ser opresivas o prohibir todo; sino, por el contrario, son leyes que ayudan para guiar nuestro caminar, nuestras decisiones… La clave está en el amor; porque quien ama, no hace daño, no hace mal… por eso el primer mandamiento es amar. Y no hay mayor amor que el que nos dispone a dar nuestra vida por los demás. Jesús, quien que nos dice esto, demostró con su propia vida y con su muerte que lo decía en serio. Insiste en que el amor a Dios y el amor al prójimo son una sola y misma cosa; son inseparables. Aunque, como dice la carta de Santiago: Nos resulta fácil amar a un Dios a quien no vemos, pero con mucha frecuencia nos resulta muy difícil amar a los demás.