Estos dos santos formaron parte del grupo de los 12 apóstoles de Jesús. Simón recibió el apodo “Zelote” pues había pertenecido a un grupo de agitadores anti-romanos antes de convertirse en apóstol. Judas, hermano de Santiago y llamado también Tadeo, preguntó a Jesús después de la Última Cena cómo el mismo Jesús podría mostrarse a sí mismo como Mesías sin usar la fuerza.
A Judas se le llama Tadeo para diferenciarlo de Judas Iscariote que fue el que entregó a Jesús. En los últimos años se ha popularizado la devoción a San Judas, más que a San Simón, aunque se les celebra su fiesta en un mismo día porque según una antigua tradición los dos iban siempre juntos a predicar la Palabra de Dios. Ambos fueron llamados por Jesús para formar parte del grupo de sus 12 apóstoles. Ambos recibieron el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego el día de Pentecostés y presenciaron los milagros de Jesús en Galilea y Judea y oyeron sus enseñanzas; le vieron ya resucitado y hablaron con Él después de su muerte en la Cruz, le vieron resucitado y fueron testigos su ascensión al cielo.
P. Tarcisio